El diseño del Magic Mouse lo hace menos ideal para usar en un sofá. Es una superficie plana y lisa, que ofrece muy poco agarre y depende en gran medida de los movimientos precisos de la mano. La falta de una buena mano hace que sea fácil golpear accidentalmente o perder el control del cursor mientras lo usa en una superficie suave e inestable como un sofá. Si bien técnicamente *puede funcionar *, no es cómodo o práctico para la mayoría de los usuarios.