* enfermedad: Esta es la posibilidad más grave. Los signos de enfermedad pueden incluir letargo, postura encorvada, respiración trabajada, diarrea o excrementos inusuales. Una visita al veterinario es crucial si sospecha una enfermedad. Las enfermedades comunes incluyen infecciones, tumores, problemas dentales y envenenamiento.
* Estrés: Nuevos entornos, ruidos fuertes o cambios en sus compañeros de jaula pueden enfatizar un mouse, lo que lleva a una disminución del apetito.
* Dolor: El dolor por lesión (por ejemplo, un hueso roto), los abscesos u otras afecciones pueden suprimir el apetito.
* Problemas dentales: Los dientes cubiertos de cubiertos pueden dificultar masticar comida.
* Alimentos inapropiados: ¿Está fresca la comida? ¿Estás ofreciendo una variedad de alimentos? Los ratones necesitan una dieta variada que incluya gránulos, verduras frescas y golosinas ocasionales. La comida mimada puede enfermarlos y negarse a comer.
* Factores ambientales: ¿La jaula es demasiado caliente o demasiado fría? ¿Es demasiado borrado? ¿Hay ventilación adecuada?
* vejez: Los ratones mayores pueden comer naturalmente menos.
* Condición médica subyacente: Podría haber un problema interno que afecta el apetito, como la insuficiencia orgánica o los trastornos metabólicos.
Qué hacer:
1. Observe su mouse de cerca: Tenga en cuenta cualquier otro síntoma además de la falta de alimentación. ¿Es agua potable? ¿Cómo es su nivel de actividad? ¿Es su pelaje elegante o aburrido?
2. Verifique su comida y agua: Asegúrese de que la comida esté fresca y que la botella de agua funcione correctamente. Intente ofrecer diferentes tipos de alimentos.
3. Verifique su entorno: Asegúrese de que su jaula esté limpia, cómoda y segura.
4. Si observa algún signo de enfermedad, lleve su ratón a un veterinario de inmediato. Los veterinarios con experiencia en roedores son los mejores.
Sin más detalles, es imposible dar una respuesta definitiva. Cuanto antes pueda identificar el problema, mayores serán las posibilidades de ayudar a su mouse.