1. Claridad y precisión:
* Lenguaje inequívoco: Las instrucciones deben usar un lenguaje claro y conciso, evitar la jerga o los términos que la audiencia puede no entender. Cada paso debe tener solo una posible interpretación.
* Detalles específicos: Las instrucciones deben proporcionar suficientes detalles para no dejar espacio para las conjeturas. Los términos vagos como "un poco" o "algunos" deben reemplazarse con mediciones, cantidades o descripciones específicas.
2. Integridad y orden:
* Todos los pasos necesarios: Se deben incluir todos los pasos necesarios para completar la tarea. Nada debe dejarse fuera o asumido.
* Secuencia lógica: Los pasos deben presentarse en un orden lógico, asegurando que se completen los requisitos previos antes de que se intenten los pasos posteriores. Esto podría involucrar una lista numerada o bala.
3. Precisión y viabilidad:
* Información correcta: Todas las instrucciones deben ser precisas y reflejar la realidad de la tarea. La información incorrecta conducirá a errores.
* Pasos alcanzables: Cada paso debe alcanzarse con las herramientas y recursos especificados (o razonablemente suponidos que están disponibles). Las instrucciones no deben requerir hazañas imposibles.
4. Accesibilidad y legibilidad:
* Fácil de entender: Las instrucciones deben escribirse de una manera fácil de leer y comprender, considerando el nivel de conocimiento y experiencia del público objetivo.
* Formato apropiado: El formato debe mejorar la legibilidad, como el uso de encabezados, subtítulos, puntos de bala, imágenes (diagramas, ilustraciones) o diferentes tamaños de fuentes para el énfasis.
5. Testability y comentarios (cuando corresponda):
* Resultados verificables: Las instrucciones deben permitir la verificación de que cada paso se haya completado correctamente. Esto podría implicar verificación de puntos o resultados intermedios.
* Manejo de errores: Para instrucciones complejas, la orientación sobre cómo manejar posibles errores o resultados inesperados es crucial. Esto podría implicar los pasos de solución de problemas o enfoques alternativos.
En resumen, un buen conjunto de instrucciones es claro, completo, preciso, accesible e, idealmente, incluye mecanismos para la verificación y el manejo de errores. El énfasis específico en cada característica dependerá de la complejidad y la naturaleza de la tarea que se describe.