* Fuerza abrumadora: Su gran peso e impulso le permitieron violar incluso las puertas y paredes más fuertes, algo que las armas individuales lucharon por lograr. Se centró en la energía de muchos hombres en un solo golpe poderoso.
* Tecnología relativamente simple: En comparación con otros motores de asedio como los trebuchets o los mangonelas, los arbitreses de batir eran relativamente simples de construir y mantener. Requerían una habilidad menos especializada para construir y operar. Esto los hizo accesibles para una gama más amplia de ejércitos y asedios.
* Adaptabilidad: Los arbitres de batir podrían adaptarse a diferentes situaciones. Podrían usarse contra puertas, paredes e incluso torres fortificadas. Se pueden emplear diferentes tamaños y diseños dependiendo de la fuerza del objetivo. Las versiones cubiertas (carneros cubiertos o "gatos") proporcionaron cierta protección para los operadores del fuego enemigo.
* Asalto directo: A diferencia de las armas a distancia, el ariete de maleza permitió un asalto directo e implacable. Su persistente golpea debilitó de manera constante las defensas, lo que lleva a una eventual violación y desmoralización de los defensores. Este enfoque directo podría ser más efectivo que un asedio de largo alcance que depende únicamente de debilitar la estructura objetivo.
* Impacto psicológico: Los golpes constantes y poderosos del carnero fueron aterradoras y desmoralizantes para los defensores. El asalto visual y auditivo contribuyó significativamente a la presión psicológica, lo que a menudo conducía a rendiciones antes de que se lograra una violación completa.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los arbitres también tenían desventajas significativas, como la vulnerabilidad a las contramedidas (fuego, proyectiles, socavando), que requieren mano de obra significativa y un progreso lento contra fortificaciones muy fuertes.