Limitaciones físicas:
* pesado y engorroso: Los carneros de maleza eran enormes y requerían una mano de obra considerable para operar. Esto los hizo lentos para maniobrar, difíciles de transportar y propensos a dañar.
* vulnerable a las contramedidas: Los defensores podrían usar diversas tácticas para contrarrestar una ariete, como:
* Fortifying Gates: Las puertas más fuertes, reforzadas con hierro u otros materiales, podrían resistir el impacto.
* usando fuego: Quemar el carnero podría debilitar la madera y facilitar la ruptura.
* Dropping Objects: Los objetos pesados podrían dejarse caer desde arriba para dañar el carnero.
* Uso de armas defensivas: Las flechas, el aceite de ebullición u otras armas podrían usarse para dañar a las que operan el RAM.
* Efectividad limitada: Contra paredes bien fortificadas, los arbitres de maleza podrían ser ineficaces. También fueron menos efectivos contra estructuras fortificadas con múltiples capas de defensas.
Limitaciones operativas:
* requiere operadores expertos y experimentados: El uso de un ariete de batir efectivamente requiere una cantidad significativa de habilidad y coordinación. Era un trabajo peligroso.
* que consumen mucho tiempo e ineficiente: Los arbitres de golpes tomaron tiempo para establecerse y podrían dañarse fácilmente, requiriendo reparaciones. Esto podría retrasar significativamente un ataque y hacerlo más vulnerable a los contraataques.
* Dependencia del terreno: A menudo se requería rampas y tierra niveladas para usar un ariete de maleza de manera efectiva, lo que limita su uso en terreno desigual.
En general:
Los carneros de maltrato eran un poderoso arma de asedio en su tiempo, pero sus limitaciones significaban que no siempre eran efectivas. Requerían recursos y mano de obra significativos para usar, y podrían contrarrestarse fácilmente con tácticas defensivas efectivas. El desarrollo de la pólvora y la artillería finalmente hizo que los carneros de maltrato sean obsoletos.