* Problemas de sincronización: RAM opera a una frecuencia específica, y el controlador de memoria del sistema está diseñado para funcionar con un rango de frecuencia particular. La mezcla de frecuencias puede conducir a la desincronización, causar inestabilidad, accidentes y degradación del rendimiento.
* cuellos de botella de rendimiento: El chip de RAM más lento limitará la velocidad total del sistema de memoria, ya que el chip más rápido tendrá que esperarlo. Esto puede afectar significativamente el rendimiento, especialmente en tareas que utilizan en gran medida el ancho de banda de memoria.
* Problemas de compatibilidad: Los diferentes módulos de RAM pueden tener diferentes tiempos (valores CL) y otras especificaciones. Mezclar módulos con tiempos incompatibles también puede causar problemas de estabilidad.
Excepciones:
* Modo de doble canal: Algunas placas base admiten configuraciones de memoria de doble canal, donde puede instalar dos módulos RAM en ranuras separadas. En este caso, a veces puede mezclar diferentes frecuencias, pero no se recomienda, ya que puede que no siempre funcione perfectamente.
* Overclocking: Si es un usuario experimentado y planea overclockear la RAM, es posible que pueda escapar con frecuencias de mezcla si el módulo más lento se puede overclockear para que coincida con la velocidad del módulo más rápida. Sin embargo, esto no se recomienda para principiantes.
Línea final:
Si bien es técnicamente posible mezclar chips de RAM de diferentes frecuencias en algunos casos, generalmente no es una buena idea. Es mejor usar módulos RAM de la misma frecuencia y horarios para una estabilidad y rendimiento óptimos.