Propiedades físicas:
* Tamaño y dimensiones: Altura, ancho, profundidad. Esto varía mucho según el tipo de escritorio (por ejemplo, escritorio de pie, escritorio infantil, escritorio ejecutivo).
* Material: Madera, metal, plástico, vidrio o una combinación. Esto afecta la durabilidad, el peso, la estética y el precio.
* Peso: Depende del tamaño y el material.
* forma: Rectangular, en forma de L, en forma de U, circular, etc.
* Color: Puede ser cualquier color, a menudo elegido para el atractivo estético y para que coincida con el entorno circundante.
* textura: Suave, áspero, pulido, etc., dependiendo del material y el acabado.
* Fuerza y durabilidad: Cuánto peso puede tener y cuán resistente es dañar (rasguños, abolladuras, etc.).
* Estabilidad: Qué bien permanece en posición vertical y no se tambalea.
Propiedades funcionales:
* Almacenamiento: Cajones, estantes, cubículos u otros compartimentos de almacenamiento.
* Área de superficie de trabajo: La cantidad de espacio plano disponible para escribir, trabajar en una computadora, etc.
* ergonomía: Características de diseño que promueven una buena postura y comodidad durante el uso (altura ajustable, bandeja de teclado, etc.).
* movilidad: Ya sea estacionaria o móvil (sobre ruedas).
* Accesibilidad: Facilidad de uso para personas con discapacidad.
Propiedades estéticas:
* estilo: Moderno, tradicional, rústico, minimalista, etc.
* Diseño: La apariencia visual general, que incluye forma, color y materiales.
Otras propiedades:
* Precio: Varía ampliamente según los materiales, las características y la marca.
* Mantenimiento: Qué fácil es limpiar y mantener.
Las propiedades específicas de un escritorio dependerán de su uso previsto y de las opciones de diseño realizadas durante su creación.