1. Ram suficiente: Las máquinas virtuales son intensivas en memoria. Cada VM requiere su propia asignación de RAM, y el sistema operativo host también necesita RAM. El RAM sub-provisión conducirá a cuellos de botella de rendimiento severos, intercambiando (usando el espacio del disco duro como RAM) e inestabilidad del sistema. Más Ram es casi siempre mejor en este escenario.
2. CPU potente con múltiples núcleos y alta velocidad de reloj: Las máquinas virtuales requieren potencia de procesamiento para sus operaciones individuales. Una CPU con muchos núcleos permite un verdadero paralelismo, ejecutando múltiples máquinas virtuales simultáneamente sin una degradación significativa del rendimiento. Una alta velocidad de reloj ayuda a cada núcleo a procesar las tareas individuales rápidamente. Una CPU de un solo núcleo o doble núcleo limitaría severamente el número de máquinas virtuales que puede ejecutar efectivamente.