Los cabezales de lectura/escritura están increíblemente cerca del plato giratorio (a solo unos pocos nanómetros de distancia), pero en realidad no hacen contacto. Un cojín de aire, generado por el plato giratorio en sí, crea una diferencia de presión que levanta la cabeza y la mantiene "volando" por encima de la superficie. Este cojinete de aire es crucial para evitar daños tanto en la cabeza como en la superficie delicada de plato. Cualquier contacto daría como resultado un "accidente de cabeza", causando pérdida de datos y daños potencialmente irreparables a la unidad.
En resumen, el aire del plato giratorio crea un cojinete de aire, evitando el contacto físico entre el cabezal de lectura/escritura y la superficie del disco.