Hay varios aspectos clave del almacenamiento de calor:
* Método: El calor se puede almacenar en varias formas, incluido el calor sensible (elevando la temperatura de un material), el calor latente (calor absorbente durante un cambio de fase, como la fusión de hielo) y el calor termoquímico (usando reacciones químicas para almacenar y liberar el calor).
* Material: Diferentes materiales son adecuados para diferentes métodos de almacenamiento de calor. Los ejemplos incluyen agua (calor sensible), materiales de cambio de fase (PCM) como sales o cera de parafina (calor latente) y varios compuestos químicos (calor termoquímico). La elección depende de factores como el costo, la densidad de energía, el rango de temperatura y la vida útil del ciclo.
* Aplicación: El almacenamiento de calor tiene aplicaciones en varios sectores, incluidos:
* Calefacción y enfriamiento del edificio: Almacenar calor solar para usar por la noche o almacenar aire frío para el enfriamiento diurno.
* Procesos industriales: Almacenar el exceso de calor de los procesos industriales para su uso posterior, reducir los desechos y mejorar la eficiencia.
* Integración de energía renovable: Almacenar energía solar o geotérmica para una generación de energía consistente incluso cuando la fuente es intermitente.
* Redes de calefacción de distrito: Almacenamiento de calor generado centralmente para su distribución a los edificios.
La efectividad de un sistema de almacenamiento de calor se mide por varios factores, incluida su densidad de energía (cantidad de calor almacenado por unidad de volumen o masa), tasas de carga y descarga, y su eficiencia general (cantidad de calor recuperado en comparación con lo que se almacenó). La elección del mejor método de almacenamiento de calor depende en gran medida de la aplicación específica y sus requisitos.