* Degradación física: La capa de aluminio reflectante puede oxidarse y degradarse con el tiempo, lo que lleva a la pérdida de datos. Los rasguños y las huellas digitales comprometen aún más la legibilidad. La exposición a la luz solar y las altas temperaturas aceleran este proceso.
* Bit de datos Rot: Incluso sin daño físico, los datos en sí pueden degradarse sutilmente con el tiempo debido a las imperfecciones en el proceso de fabricación y los efectos de los factores ambientales. Esto es menos significativo que el daño físico en la mayoría de los casos, pero contribuye a la pérdida de datos eventual.
* Decadencia del material: El plástico de policarbonato del CD es propenso a grietas y deformaciones, especialmente con la edad y la exposición a temperaturas o humedad extremas.
Si bien los CD pueden almacenar datos durante décadas en condiciones ideales, no son un medio de archivo confiable comparable a métodos como LTO Tape o M-DISC, que están específicamente diseñados para la preservación de datos a largo plazo. Para un almacenamiento verdaderamente a largo plazo, los datos digitales deben respaldarse de manera redundante utilizando una combinación de medios y estrategias para mitigar el riesgo de pérdida.