* Impacto de rendimiento: La desfragmentación es un proceso intensivo en recursos. Ejecutarlo mientras usa su computadora ralentizará significativamente todo lo demás que está haciendo. Las aplicaciones se ejecutarán más lentamente, los archivos se cargarán más lentamente y la experiencia general del usuario se verá gravemente obstaculizada.
* Potencial para la pérdida de datos: Si bien es poco probable con los sistemas operativos modernos, siempre existe un pequeño riesgo de corrupción o pérdida de datos si el proceso de desfragmentación se interrumpe, por ejemplo, por un corte de energía o un bloqueo del sistema. Este riesgo se amplía si está utilizando activamente la unidad durante el proceso.
* innecesario para SSD: Los SSD (unidades de estado sólido) no necesitan desfragmentación. La forma en que almacenan datos lo hace innecesario e incluso puede ser perjudicial para su vida útil. Intentar desfragmentar un SSD puede incluso desgastarlo más rápidamente.
Los sistemas operativos modernos, como Windows 10 y 11, manejan la desfragmentación automáticamente para HDD (unidades de disco duro) en el fondo durante los períodos de inactividad. Lo programan de manera óptima minimizar el impacto en el rendimiento. Ejecutarlo manualmente mientras usa su computadora derrota este propósito e introduce un riesgo innecesario.
En resumen, aunque es técnicamente posible, es mucho mejor dejar que el sistema operativo maneje la desfragmentación automáticamente o programarla durante un momento en que la computadora esté inactiva (por ejemplo, durante la noche). Para los SSD, la desfragmentación nunca es necesaria y debe evitarse por completo.