* Conflictos de orden de arranque: El BIOS de la computadora o el firmware de la UEFI determina el orden de arranque, la secuencia en la que verifica los dispositivos de arranque. Si se enciende una unidad extraíble (como una unidad flash USB o un disco duro externo) y contiene código de arranque (por ejemplo, un instalador de sistema operativo de arranque, un disco de rescate), el sistema podría intentar arrancarlo * en su lugar * de su disco duro o SSD principal, evitando que su sistema operativo principal se cargue. Esto es especialmente cierto si la unidad extraíble se establece como una prioridad más alta en el orden de arranque.
* Corrupción de datos: Si bien es menos común con los sistemas modernos, intentar acceder a una unidad extraíble durante las primeras etapas de arranque a veces puede conducir a la corrupción de datos en la unidad extraíble o en la unidad del sistema principal, especialmente si hay una fluctuación de potencia u otro problema de hardware.
* Conflictos del conductor: Los conductores necesarios para acceder a una unidad extraíble pueden no cargarse lo suficientemente temprano en el proceso de arranque, causando conflictos o evitando que el sistema operativo comience correctamente.
* Problemas de hardware: Raramente, una unidad extraíble defectuosa o mal conectada puede causar problemas durante la secuencia de arranque, deteniendo el proceso.
En resumen, mientras que la computadora * podría * arrancar con éxito con una unidad extraíble conectada, eliminándola antes de que el arranque evite los posibles conflictos y garantice una inicio más suave y confiable. Es una medida preventiva para minimizar las posibilidades de problemas. Los sistemas operativos modernos generalmente son mejores para manejar esto que los más antiguos, pero sigue siendo un buen hábito.