La velocidad del disco duro se mide más comúnmente en
Revoluciones por minuto (RPM) . Si bien existen otras métricas (como la velocidad de transferencia de datos y el tiempo de búsqueda), RPM refleja directamente la velocidad de rotación de los platos, un factor clave en la rapidez con que la unidad puede acceder a los datos. Los SSD, que no tienen platos giratorios, usan diferentes métricas.