* miniaturización: Los tubos de vacío, utilizados en las computadoras tempranas, eran grandes, voluminosos, poco confiables y generaban calor significativo. Los transistores fueron drásticamente más pequeños, más confiables y produjeron mucho menos calor. Esto permitió la creación de computadoras mucho más pequeñas y potentes. La reducción de tamaño también condujo a menores costos de fabricación.
* Aumento de la velocidad: Los transistores encendieron y apagaron mucho más rápido que los tubos de vacío, lo que llevó a velocidades de procesamiento significativamente más rápidas. Esto permitió a las computadoras realizar cálculos y procesar información a una velocidad de magnitud mayor que sus predecesores.
* Fiabilidad mejorada: Los tubos de vacío frecuentemente se queman, requiriendo un reemplazo frecuente y causando tiempo de inactividad. Los transistores fueron mucho más duraderos y menos propensos a la falla, lo que resultó en sistemas informáticos más confiables y estables.
* Mayor consumo de energía: Los transistores consumieron mucha menos potencia que los tubos de vacío, lo que significa que las computadoras podrían funcionar con fuentes de alimentación más pequeñas y eficientes. Esto redujo los costos operativos y permitió construir computadoras más pequeñas y más portátiles.
* Producción en masa: Los transistores fueron más fáciles y más baratos de producir en masa que los tubos de vacío, lo que hace que las computadoras sean más asequibles y accesibles. Esto estimuló la adopción generalizada y una innovación acelerada adicional.
En resumen, las ventajas del transistor en tamaño, velocidad, confiabilidad, consumo de energía y costos permitieron la transición de computadoras de tamaño de habitación, costosas y poco confiables a los dispositivos compactos, potentes y asequibles que utilizamos hoy. Fue un avance fundamental que sentó las bases para la revolución digital.