* Carga de CPU: Bajo cargas de luz (navegación, procesamiento de textos), una velocidad más baja es perfectamente fina y más tranquila. Bajo cargas pesadas (juegos, edición de video), la velocidad debe aumentar significativamente para evitar el sobrecalentamiento. Un buen ventilador ajustará automáticamente su velocidad en función de la temperatura de la CPU.
* Temperatura ambiente: Una habitación más caliente requerirá mayores velocidades del ventilador para mantener la misma temperatura de la CPU.
* CPU TDP (potencia de diseño térmico): Las CPU TDP más altas generan más calor y generalmente requerirán mayores velocidades del ventilador, especialmente bajo carga.
* Tipo de refrigerador CPU: Un enfriador de aire de alta gama o un enfriador de líquido AIO generalmente funcionarán a velocidades más bajas que un enfriador de stock básico para lograr el mismo rendimiento de enfriamiento.
En lugar de centrarse en una RPM específica (revoluciones por minuto), concéntrese en la temperatura de la CPU. Un buen objetivo es mantener la temperatura de su CPU por debajo de su temperatura máxima de funcionamiento (a menudo especificada en las especificaciones de la CPU). La mayoría de las CPU modernas tienen estrangulamiento térmico, lo que reducirá el rendimiento si la temperatura se vuelve demasiado alta. Intente mantener la temperatura de su CPU muy por debajo del punto de estrangulamiento para un rendimiento óptimo y la longevidad.
Herramientas de monitoreo: Use un software como Hwmonitor, Core Temp o el BIOS/UEFI para monitorear la temperatura de su CPU y la velocidad del ventilador. Esto le permite ver cómo funciona su sistema de enfriamiento y hacer ajustes si es necesario.
En resumen: Una "buena" velocidad del ventilador es aquella que mantiene la temperatura de su CPU dentro de los límites de funcionamiento seguros y permanece razonablemente tranquilo. No se fije en las RPM; Centrarse en la temperatura.