* velocidades de procesamiento significativamente más lentas: La CPU tendría que acceder a la memoria principal (RAM) para cada instrucción y elemento de datos que necesita. Ram es mucho más lento que el caché. Este acceso constante a la memoria más lenta crearía un cuello de botella masivo, lo que resultaría en órdenes de magnitud de ejecución por más tiempo.
* aumentó el consumo de energía: Acceder a RAM repetidamente requiere significativamente más potencia que acceder al caché. Esto conduciría a una duración de batería más corta en las computadoras portátiles y al aumento de los requisitos de enfriamiento en las computadoras de escritorio.
* Capacidad de respuesta reducida: Las aplicaciones se sentirían lentas e insensibles. Las tareas simples como abrir un archivo o desplazarse a través de un documento podrían llevar mucho más tiempo. La experiencia general del usuario se vería severamente obstaculizada.
* Utilización de CPU más alta: La CPU pasaría una cantidad desproporcionada de tiempo esperando datos de la RAM, lo que lleva a una mayor utilización de la CPU incluso para tareas relativamente simples. Esto podría incluso dar como resultado congelaciones aparentes a medida que el sistema se siente abrumado.
* aumentó el acceso del disco duro (si no hay RAM): En el caso extremo, si el sistema también carecía de RAM, la CPU tendría que acceder al disco duro o al SSD para cada instrucción y elemento de datos. Esto es aún más lento que acceder a RAM, lo que resulta en una degradación catastrófica del rendimiento.
En resumen, el caché es esencial para el rendimiento moderno de la computadora. Actúa como un amortiguador de velocidad crucial entre la CPU increíblemente rápida y el RAM más lento. Sin él, las computadoras serían impactalmente lentas e inutilizables para cualquier cosa más allá de las tareas más básicas.