* Soporte de virtualización (por ejemplo, Intel VT-X, AMD-V): Esta es la característica más crucial. Permite que la CPU cree máquinas virtuales aisladas (VM). Cada VM tiene sus propios recursos de hardware virtualizados (CPU, memoria, E/S) y puede ejecutar un sistema operativo separado. La CPU cambia rápidamente entre estas máquinas virtuales, dando la ilusión de la ejecución simultánea. Este no es verdadero paralelismo a nivel del núcleo del sistema operativo; Es un cambio de contexto rápido.
* Unidad de gestión de memoria (MMU): La MMU es esencial tanto para la virtualización como para la multitarea general. Mapea direcciones virtuales utilizadas por cada sistema operativo y aplicación a direcciones de memoria física, asegurando que cada sistema operativo piense que tiene acceso exclusivo a la memoria.
* Cambio de contexto rápido: La capacidad de la CPU para cambiar rápidamente entre diferentes procesos y VMS también es crucial para la capacidad de respuesta de un sistema que ejecuta múltiples OSE.
Es importante tener en cuenta que, si bien la virtualización permite ejecutar múltiples sistemas operativos simultáneamente, generalmente no se ejecutan * simultáneamente * en un sentido de procesamiento paralelo donde múltiples núcleos del sistema operativo están ejecutando instrucciones en el mismo instante en el mismo núcleo de CPU (a menos que utilicen la tecnología de hiperingidos o múltiples núcleos). En cambio, la CPU cambia rápidamente entre los sistemas operativos, dando la impresión de operación simultánea.