He aquí por qué:
* Recuento de núcleo inferior y velocidad de reloj: Los procesadores I3 generalmente tienen menos núcleos y velocidades de reloj más bajas en comparación con los procesadores I5 e I7. Los juegos modernos están cada vez más optimizados para procesadores múltiples, y un i3 tendrá dificultades para mantenerse al día.
* Tamaño de caché inferior: El tamaño de caché más pequeño significa que el procesador tiene que acceder a la RAM del sistema con más frecuencia, lo que lleva a las ralentizaciones de rendimiento.
* Gráficos integrados (en algunos modelos): Algunos procesadores I3 tienen gráficos integrados, que son significativamente más débiles que las tarjetas gráficas dedicadas y solo son adecuadas para tareas muy básicas. Incluso con una GPU dedicada, una CPU débil aún puede limitar severamente el rendimiento.
Si el juego es su objetivo principal, querrá al menos un procesador i5, e idealmente un I7 o Ryzen 5/7 equivalente para una experiencia más suave y superior de fidelidad. El modelo I3 específico también es importante; Las generaciones más nuevas son un poco mejores, pero aún no tienen las demandas modernas de juegos.