Para comprender qué constituye una CPU "normal", debe especificar la aplicación o dispositivo. Los factores que afectan lo que se considera normal incluyen:
* Rendimiento: Medido en la velocidad del reloj (GHz), el número de núcleos e instrucciones por ciclo de reloj (IPC). Los números más altos generalmente significan un mejor rendimiento, pero no siempre.
* Consumo de energía: El menor consumo de energía generalmente es mejor para dispositivos móviles y sistemas de eficiencia energética.
* Precio: El costo de la CPU es un factor significativo.
* Aplicación: Una CPU adecuada para juegos podría ser exagerada para tareas simples de oficina.
En lugar de buscar una CPU "normal", es más útil especificar sus necesidades (presupuesto, uso previsto, rendimiento deseado) y luego investigar las CPU que se ajustan a esos requisitos. Sitios web como UserBenchmark, CPU Monkey y Passmark proporcionan puntos de referencia que pueden ayudarlo a comparar diferentes CPU.