1. Administración de energía :La CPU entra en modo de bajo consumo para conservar energía. Reduce la velocidad del reloj y el voltaje, consumiendo menos energía.
2. Procesos en segundo plano :La CPU puede continuar ejecutando procesos esenciales en segundo plano, como monitoreo del sistema, administración de memoria y tareas de seguridad. Estos procesos garantizan el buen funcionamiento del sistema operativo.
3. Manejo de interrupciones :La CPU permanece lista para manejar interrupciones. Las interrupciones son señales de dispositivos de hardware o software que requieren atención inmediata. Por ejemplo, presionar una tecla desde el teclado desencadena una interrupción, lo que solicita a la CPU que procese la entrada.
4. Encuesta :En algunos casos, la CPU puede buscar periódicamente nuevas instrucciones del sistema operativo o del hardware. Esto se llama "sondeo" y permite que la CPU responda rápidamente a nuevos eventos.
5. Tecnologías de ahorro de energía :Las CPU modernas emplean varias técnicas de ahorro de energía, como el voltaje dinámico y el escalado de frecuencia. Cuando está inactiva, la CPU puede reducir su frecuencia y voltaje de funcionamiento, lo que reduce aún más el consumo de energía.
6. Estados de sueño :Algunas CPU pueden entrar en estados de suspensión más profundos, como "estados C", cuando hay una inactividad prolongada. En estos estados, la CPU puede apagar ciertos componentes y reducir drásticamente el uso de energía.
7. Hiperproceso :Si la CPU admite Hyper-Threading, puede asignar núcleos inactivos a procesadores virtuales para manejar tareas en segundo plano, maximizando la utilización de recursos.
En general, cuando no hay ningún programa en ejecución, la CPU entra en un estado inactivo de bajo consumo de energía, donde realiza tareas de mantenimiento esenciales, maneja interrupciones y espera nuevas instrucciones para mantener el sistema funcionando sin problemas.