Específicamente, la configuración del BIOS le permite:
* Establecer orden de arranque: Especifique qué dispositivo (disco duro, unidad USB, red, etc.) la computadora debe intentar arrancar desde primero.
* Administrar opciones de arranque: Habilite o deshabilite las características de arranque específicas, como el arranque heredado o el arranque UEFI.
* Configurar dispositivos de hardware: Ajuste la configuración para dispositivos como discos duros (modos SATA, AHCI, etc.), tarjetas de red y periféricos integrados (sonido, video).
* Ajuste la configuración del sistema: Opciones de administración de energía de control (modo de suspensión, wake-on-lan), velocidades de reloj de la CPU (overclocking, a menudo no recomendado a través de BIOS) y fecha/hora.
* Monitor de salud del sistema: Vea información sobre componentes de hardware, temperaturas y velocidades del ventilador.
* Entender/deshabilitar características de seguridad: Configure cosas como Boot Secure, Contraseñas y TPM (Módulo de plataforma de confianza).
* Actualice el firmware del BIOS: Esto es crucial para corregir errores, agregar soporte para el nuevo hardware y mejorar el rendimiento y la seguridad generales.
En esencia, la configuración del BIOS garantiza que la computadora comience correctamente y permita al usuario personalizar varios aspectos de su funcionalidad básica e interacciones de hardware antes de que el sistema operativo tome el control. Es la configuración fundamental para todo su sistema informático.