* El tamaño de la pieza impresa: Las piezas más grandes pueden tolerar resoluciones ligeramente más bajas sin una degradación notable. Las piezas más pequeñas requieren resoluciones más altas para mantener la nitidez.
* El tipo de imagen: Las imágenes altamente detalladas, como las fotografías, se benefician de las resoluciones más altas. Las imágenes más simples con colores sólidos o texto grande pueden estar bien en una resolución más baja.
* La prensa de impresión: Las diferentes prensas tienen diferentes capacidades y tolerancias. Una prensa moderna y de alta calidad puede manejar resoluciones más altas que una más antigua.
* El stock de papel: La textura y la absorción del papel pueden afectar el resultado impreso final. El papel más duro puede oscurecer algunos detalles.
Dicho esto, un rango generalmente aceptado y ampliamente utilizado para la impresión compensada es 300-350 dpi (puntos por pulgada) . Esta resolución suele ser suficiente para producir resultados de alta calidad para la mayoría de los proyectos impresos. Pasar mucho más raramente produce mejoras notables e incluso podría aumentar los tamaños de los archivos innecesariamente. Cualquier cosa por debajo de 200 ppp generalmente se considera demasiado bajo para resultados de calidad profesional.
En la práctica, la mayoría de los diseñadores trabajan a 300 ppp como un estándar seguro y efectivo. Siempre es mejor comunicarse con su impresora sobre sus recomendaciones específicas para garantizar los mejores resultados posibles. Pueden aconsejarle sobre la resolución óptima basada en su proyecto específico.