1. Cargando el tambor: Inicialmente, un tambor fotosensible (típicamente hecho de material fotoconductor orgánico) tiene una carga electrostática negativa uniforme.
2. Imágenes: Un haz láser escanea en el tambor. El láser descarga las áreas que golpea, creando un patrón de cargas positivas y negativas que corresponden a la imagen que se imprime. Los diferentes colores (cian, magenta, amarillo y negro - cmyk) requieren tambores separados o un solo tambor que se usa secuencialmente para cada color.
3. Aplicación de tóner: Las partículas de tóner fino, cada una con una carga electrostática (opuesta a las áreas cargadas del tambor), se sienten atraídas por las áreas descargadas (positivas) en el tambor, formando una imagen latente de la impresión. Cada color usa un tóner diferente con su propio pigmento de color único.
4. Transferencia al papel: Una hoja de papel recibe una carga electrostática más fuerte (generalmente negativa) que el tambor. Esto atrae las partículas de tóner del tambor sobre el papel.
5. Fusioning: El papel con la imagen del tóner pasa a través de una unidad de fusor, que utiliza alto calor y presión para derretirse y unir permanentemente el tóner a las fibras de papel. Esto crea una impresión duradera y duradera.
6. Limpieza: Después de la transferencia, cualquier tóner restante en el tambor se limpia mediante una cuchilla de limpieza, preparando el tambor para el siguiente ciclo de impresión.
En resumen: El proceso se basa en la manipulación de cargas electrostáticas para atraer las partículas de tóner precisamente a las áreas del tambor correspondiente a la imagen, luego transferirlas al papel y finalmente fusionarlas permanentemente para una salida impresa de alta calidad. Cada color sigue este proceso, con el tóner de cada color que se aplica secuencialmente para construir la imagen final a todo color.